Cinco académicas cubanas se acercan a los cuidados en Cuba desde una mirada feminista. Las investigaciones, reunidas en un libro, apuestan por una ruta de cuidados en clave de equidad.

«Cuando comenzamos a trabajar en este libro, en 2018, no se hablaba de este tema. Pero hace un año y medio ha habido una explosión de acercamientos a los cuidados. La covid-19 acentuó la crisis global de la cual ha estado dando cuenta el feminismo, pues no se puede pensar la sostenibilidad de la vida sin el cuidado de la vida humana y natural”, dijo la filósofa Georgina Alfonso al presentar el volumen, el 20 de mayo en La Habana.

Alfonso es coautora del libro Los cuidados en la ruta hacia la equidad en Cuba, junto a la economista Teresa Lara Junco y las sociólogas Magela Romero Almodóvar, Dayma Echevarría León y Clotilde Proveyer Cervantes.

El volumen se publica sin fines comerciales y contó con el apoyo del Instituto de Filosofía y su Grupo de Investigación “América Latina: Filosofía Social y Axiología” (Galfisa); el Departamento de Sociología y el Centro de Estudios de la Economía Cubana, de la Universidad de La Habana; la Red de Estudios sobre Cuidados y Oxfam en Cuba.

Para las autoras, la pandemia causada por la covid-19, junto a la crisis económica global, la reforma económica gubernamental y el bloqueo económico y financiero del gobierno de Estados Unidos hacia la nación del Caribe marcan la respuesta a los cuidados en el país.

“El libro es una referencia para el desarrollo del trabajo, políticas e investigaciones en el país. Busca contribuir a una mirada más integradora,  desde la sostenibilidad de la vida, para que de verdad logremos un desarrollo próspero y sostenible·, dijo Teresa Lara durante la presentación a la prensa.

Los cuatro capítulos del libro presentan, respectivamente, una mirada de los cuidados desde la economía feminista; el análisis de brechas asociadas al trabajo de cuidados y sus desafíos para el modelo social cubano desde evidencias cuantitativas; un acercamiento a las percepciones de personas decisoras sobre las políticas sociales que tributan a los cuidados en Cuba y una sistematización sobre los estudios realizados en el país sobre este tema.

Según los estudios que resume el material, la equidad y la justicia han sido principios rectores de la política social en la nación del Caribe, con una preponderancia del Estado en programas de cuidados y de políticas de apoyo con prestaciones en servicios, en especie y monetarias, principalmente.

Sin embargo, las autoras reconocen la persistencia de un enfoque “familista”, “maternalista” y “patriarcal”, que refuerza la creencia de que los cuidados son responsabilidad fundamental de las familias y en particular de las mujeres que las integran.

Esta tesis está abalada por el análisis de estadísticas públicas relacionadas con el uso del tiempo, la división sexual del trabajo y la ocupación de las mujeres. En esta ecuación de corresponsabilidad quedan fuera la comunidad y el sector privado.

Las expertas confieren mucha importancia a los datos, pues a decir de Lara, “lo que no se cuenta, no se caracteriza y no se identifica, queda invisibilizado”.

La economista feminista hace un recorrido por diversas brechas de género que existen en la sociedad cubana relacionadas con los cuidados y su repercusión en el empleo, la igualdad salarial de las mujeres y, por tanto, su autonomía económica y el desarrollo del país. Se basa en datos oficiales publicados en encuestas nacionales, el Censo de Población y Vivienda de 2012, los anuarios de salud pública, entre otras publicaciones.

Durante la presentación, Lara resaltó la importancia de asumir una perspectiva de género en la economía y también en las estadísticas nacionales.

Refiriéndose al Censo de 2012, explicó que las mujeres que se dedican a los quehaceres del hogar están codificadas como “amas de casa”, una mirada que naturaliza los cuidados.

“Nosotras las llamamos trabajadoras no remuneradas, porque asumimos el concepto de trabajo aprobado por la OIT desde 2013, que reconoce que el trabajo es mucho más que empleo”, explicó Lara.

La visión abarcadora no solo incluye el concepto de trabajo. Las investigaciones también conectan con otras brechas y desigualdades desde un enfoque interseccional.

“No es lo mismo cómo se viven los cuidados en diferentes contextos y realidades. Son las mujeres rurales, por ejemplo, las que hoy muestran una situación más compleja. Por ello, cuando pensamos en los cuidados, no puede ser desde una agenda fragmentada, porque también se conectan con otras problemáticas como las violencias machistas y esto es importante en el momento de pensar políticas públicas”, reflexionó Yohanka Valdés, investigadora social y consultora de Oxfam en Cuba.

El tercer estudio que se incluye en la compilación —realizado por las investigadoras Magela Romero Almodóvar, Dayma Echevarría León y Clotilde Proveyer Cervantes— se acerca a los imaginarios de personas decisoras en relación con los cuidados.

“Este análisis nos permite valorar el modo en que estas percepciones están atravesadas por una cultura patriarcal que todavía concibe los cuidados desde una perspectiva familista, que atribuye la responsabilidad fundamentalmente a las mujeres, con percepciones muy marcadas por una cultura machista que nos permea como sociedad”, dijo Romero Almodóvar a la prensa.

La última de las investigaciones ofrece un panorama de los estudios sobre cuidados en Cuba. Las autoras encontraron alrededor de 250 publicaciones sobre el cuidado realizadas por especialistas de distintas universidades y centros de investigación en el país.

Estos estudios marcan los antecedentes en el camino hacia un sistema nacional de cuidados, por el que apuesta un grupo de especialistas e instituciones. En 2019 se realizó el Primer taller de estudios sobre cuidados, que tuvo su segunda edición en abril de 2021. Fruto de estos esfuerzos se creó la Red cubana de estudios sobre cuidados, que integra a más de 110 especialistas de todo el país y 45 instituciones.

Para Georgina Alfonso, el libro se suma a estos esfuerzos aportando una visión feminista, entendida como un posicionamiento crítico y activismo comprometido con la emancipación de las mujeres.

La filósofa feminista opina que, entre los desafíos que quedan por delante, están comprender la importancia de esa visión política; articular a diversos actores para hacer; extender el análisis de las estadísticas desde una visión de género y feminista y construir desde los territorios las respuestas a las necesidades de cuidados.

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